Lo que hoy conocemos como Semana Santa (Easter, en inglés) fue durante muchos años un culto a Ishtar, diosa babilónica de la sexualidad y la fertilidad. Su culto era una celebración de la vida, el sexo y la fertilidad de la tierra. y era tradición pintar huevos con colores brillantes para dejarlos en los campos de cultivo y así invocar la prosperidad de las cosechas. De ahí la tradición de pintar huevos en estas fechas.
Personalmente, hace años que no celebro la semana santa porque siempre me toca trabajarla enterita y porque odio profundamente hacer vacaciones cuando las hace todo el mundo. Aún así, no voy a ser yo la que me quede sin celebrar el sexo y la fertilidad (de la madre Tierra, la mía está muy bien así en modo off). Así que aquí os dejo mi pequeño homenaje a Ishtar, con unas amapolas como protagonistas, porque siempre me recuerdan que la primavera ha llegado ya.
jueves, 25 de abril de 2019
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