jueves, 23 de febrero de 2017

De plantas y estrellas

Decía Paracelso que cada planta es una estrella terrestre. Tal vez eso explica porque un tubérculo que nunca vio el cielo, parezca un asteroide. El apionabo, o api rave en catalán, pasa meses bajo tierra desde que se siembra hasta que se recolecta, Meses sin ver el sol, si haber estado nunca bajo las estrellas. Y, aún así, de alguna manera, las recuerda. O como dice Roy Galán en uno de sus poemas:

Dicen que al morir nuestras células brillan
Igual que las supernovas en el espacio
Como una señal cósmica en morse
Que avisa en la hora del regreso

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