miércoles, 30 de agosto de 2017

Surrealismo

Nadie lee blogs en agosto, estoy completamente segura de esto. Así que, antes que termine el mes, aún me puedo permitir publicar páginas surrealistas de mis libretas como éstas. Hay dibujos que, pasado cierto tiempo, yo misma me pregunto que tenía en la cabeza el día que los dibujé. Pero eso es justamente lo que más me gusta del arte, que es el único lugar en el que puedo tener la cabeza llena de pájaros, peces, ideas locas, dispersión, caos y una desconexión total con la vida práctica y, no sólo no pasa nada, sino que está muy bien.

miércoles, 16 de agosto de 2017

Mini vacaciones

Ya hemos llegado a la mitad de agosto y, como cada año, me pregunto si conseguiré superar este mes horroroso sin que me deje secuelas mentales graves e irreversibles. Esta vez, tengo esperanzas porque he conseguido disfrutar de tres días de mini vacaciones para perderme en un castillo en las montañas de la Garrotxa. Silencio, naturaleza, pozas naturales, y lluvia de estrellas fugaces. No se puede pedir más. Aquí os dejo el reportaje del viaje.


domingo, 6 de agosto de 2017

Vacas

De pequeña, las vacas me daban miedo. No un miedo del tipo pánico, como las cucarachas o las ratas, sino un miedo más del tipo angustia existencial. Observaba esa mirada perdida en el horizonte y no sabía si estaban mirando hacia un punto desconocido para mí, fuera en el mundo, a algún lugar de su interior, o a otra dimensión cuántica. De mayor, he reconocido en mí muchas veces esa mirada. Y ahora que ya he hecho las paces con mi vagabundeo mental, con mi capacidad de desconectar del mundo y transportarme a quién sabe que lugares de mi imaginación, he dejado de sentir miedo cuando hay vacas a mi alrededor. Por el contrario, podría pasar horas observándolas y, incluso, se me puede contagiar un poco de esa mirada bovina, tan acorde a mi manera de ser. Quiero pensar que, detrás de esa mirada vidriosa y errática, se esconde en ellas, también, el proceso de la creación.

La Ponderosa

Ayer, en medio de todo el caos, me quedé atrapada con el coche entre dos rotondas cerradas, la de Corçà y la de la entrada a la Bisbal. Y ju...