lunes, 26 de junio de 2017

Explosión veraniega

Personalmente, el verano cada día me gusta menos. Hubo un tiempo, cuando aún se podía respirar, que era mi estación preferida, era un tiempo de ligereza, de parentesis, de libertad. Ahora, sólo me evoca largas horas de trabajo a temperaturas inaguantables, invasiones turísticas y la sensación constante de desastre ecológico. Esta semana es mi cumpleaños y le he pedido al universo una tregua, un recuerdo de esos veranos que tanto me gustaban. Y me lo ha concedido, parece. Cuando las temperaturas vuelven a ser habitables, me reconcilio con esta estación y la vuelvo a ver como la explosión de vida que debería ser.

1 comentario:

  1. Te leo y veo reflejado en tus letras, palabras, frases pensamientos que tuve hace unos días.
    Casualidad ó no, pero exactamene eso es lo que pensé...creo que cada verano que pasa nos sucede a más personas.
    Qué bonitos los veranos de antaño, con su iluminosidad que transmitía vida, alegria, ganas de hacer cosas y de disfrutar de la vida...
    Ahora me descubro gruñiendo al calor, a la horrible humedad, a la muchedumbre cada día más invasiva...
    Quizás todo sean etapas y con suerte sean cíclicas...para volver a esos veranos tan añorados de antaño!

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