Ya se acerca esa época del año en que el pez melón sale de sus oscuras aguas para buscar la luz. La tierra lo llama y, cada día que se alarga, tiene más trabajo en huertos y jardines. Por esta razón lo veréis dibujar menos. No desaparecerá, eso no, pero su presencia será menos onírica y más terrenal. El pez melón sabe bien que necesita ese contacto con la tierra para seguir inventando pues, si no lo hiciera, se perdería para siempre en sus aguas profundas y sus creaciones se extraviarán en el fondo del mar.
Esa es la razón tambén de que haya tenido que abandonar, momentaneamente, su formación en dibujo al natural. Aunque ha sido corta, el pez melón está muy contento con los resultados.

Acrílico sobre papel

Lápiz sobre papel

Acuarela

Acuarela y lápices de colores